domingo, 24 de mayo de 2009

Cronica de una Muerte Auxpiciada


Me ayudaste en la caida, empujaste la espalda que te di, la que te di, no porque te puse alguna vez en el olvido, la que te puse porque esperaba que apoyaras la tuya, porque podia cerrar los ojos y darte la espalda, era el trato.. juntos contra el mundo.... luchando espalda con espalda.

Gracias, el precipicio es infinito y estoy en caida libre... yo nunca aprendi a volar.... eras tu el que queria volar... yo queria crecer raices.... pero sabio es el anciano que decidio, que lo que tiene raices no tiene alas.

Pues bien, haz talado el arbol, el pequeño arbol que crecia e hiciste leños con el y calentaste un hogar extraño, un hogar de nadie, alimentando un vientre que es tumba de muerte... cn tu mano haz talado, mas nunca te alimentaran sus frutos, mas nunca saciara tu alma, sientate pues en su silicio.

Yo yazco aqui muerta.... soy carroña.

Sali solo un momento, a buscar el alimento, ese que tu debilmente proveias.... y volvi y mi habitacion se ha vuelto un nido de alimañas, porque tu no estubiste aqui y ni el vacio quiso quedarse... solo encontre un huerfano, undido en sus pañales nauceabundos, gritando con el ultimo aliento de su inanicion... solo encontre mas muerte.

De ti recibi la muerte, de ningun otro. Estube viva para darte a ti la vida. Y ahora estoy Muerta
¿que mas quieres de mi? Ya no tengo nada que darte.

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